Meditación y ciencia
Tan solo hace diez años, la meditación budista era una práctica totalmente desconocida para muchos, mientras que para otros, se trataba de una práctica mística, religiosa o mágica a la que adherirse o de la cual alejarse, según fueran las creencias del observador.
El desconocimiento, la interpretación, la mala documentación y la superstición, distorsionaron por completo el verdadero sentido de la meditación budista, que nada tiene que ver con ningún dogma o con el ejercicio de la fe, nada tiene que ver con ninguna clase de rituales mágicos o místicos, y nada tiene que ver con el new age, pero tampoco con las prácticas de Spa.
Los objetivos y los resultados
En principio, la meditación budista es un ejercicio a través del cual detener el divagueo mental, desarrollar claridad, atención, consciencia, neutralidad, tranquilidad y contento, pero los ecos de la práctica van más allá de una sensación efímera de agrado.
En la práctica regular de la meditación se pueden lograr avances significativos en casi todos los aspectos de la salud; mejora la circulación, evita la ansiedad, mejora los procesos cognitivos, nivela el estrés, mejora los procesos del aprendizaje, desarrolla cualidades positivas como la empatía y la compasión, entre muchas otras cosas.
El interés
A raíz de un serie de casos de mejoramiento radical de la salud en pacientes que practicaban meditación, las universidades más prestigiadas, así como los laboratorios más avanzados comenzaron a efectuar investigación, análisis y experimentación en la práctica de la meditación con resultados sorprendentes.
Neuroplasticidad cerebral
Se ha descubierto que la práctica constante de determinadas técnicas de meditación budista, provocan la regeneración de masa encefálica y la recuperación de funciones dañadas, después de un traumatismo.
Procesos cognitivos
Un estudio de 2011 realizado por investigadores del Hospital General de Massachusetts, EE.UU., publicado en la revista Psychiatry Research: Neuroimaging, reveló que la meditación, puede provocar cambios mensurables en las regiones cerebrales asociadas con la memoria, el sentido del yo, la empatía y el estrés. Este estudio fue el primero en documentar los cambios producidos por la meditación en la materia gris del cerebro.
Creatividad y adaptación
La Universidad de Leiden, en los Países Bajos, en 2012 y en 2014 efectuó estudios focalizados en los procesos intelectuales en practicantes regulares de meditación, encontrando que ciertas técnicas desarrollan de manera exponencial los procesos creativos del pensamiento.
El estrés y la ansiedad
En enero de 2017 la Universidad de Georgetown, EE.UU publicó los resultados de sus estudios en los efectos de la meditación en los padecimientos de la ansiedad y el estrés.
Los investigadores descubrieron que los pacientes con trastorno de ansiedad habían reducido drásticamente las respuestas de la hormona del estrés después de haber tomado un curso de meditación budista, mientras que los pacientes que intentaron disminuir el estrés sin la meditación habían empeorado.
Conclusiones
El número de estudios efectuados a la meditación budista es tan grande como el número de beneficios y aplicaciones científicas que se le han encontrado.
Si quieres saber más de los efectos y las aplicaciones potenciales de la meditación, o leer otros estudios científicos, checa los artículos correspondientes.
Esperamos sean de tu agrado.
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